7 Marzo
Dios no llega antes ni después de la hora marcada, pues fue Él quien marcó la hora, el día, el mes y el año.
Dios no llega antes ni después de la hora marcada, pues fue Él quien marcó la hora, el día, el mes y el año.
Es el Corazón el que mantiene el cuerpo vivo, pero son nuestros objetivos que nos mantienen viviendo.
La verdadera alegría está en saber, que no es en vano que estamos trabajando, estudiando o estorbándonos para alcanzar nuestros objetivos, pues sabemos cuáles ellos son.
El mundo se opone a los que saben lo que quieren, sin embargo reconoce a los que alcanzan sus objetivos.