20 de septiembre
Cuando miramos para las cosas de lo Alto, nos santificamos y vivimos por la fe, y no por lo que los demás piensan.
Cuando miramos para las cosas de lo Alto, nos santificamos y vivimos por la fe, y no por lo que los demás piensan.
¡Dios no lo abandono! Él quiere cumplir Su propósito en su vida, usted solo debe dar el primer paso en dirección a Él.
Dios no libra a Sus siervos de pasar por probaciones, porque para ser aprobado es necesario ser probado.
¡La paz es tan importante como el oxígeno! Y el único que puede darle la paz es el Señor Jesús, a través del perdón de los pecados.
El que tiene un espíritu humilde no se deja dominar por el mundo, por la vanidad y por el orgullo.
Para caminar con Dios es necesario amarlo, a fin de cuentas, no se anda con quien no se ama.