¡Librate ya!
Dios me ha incomodado con esta palabra…
Reflejamos la imagen de Aquel a quien adoramos, amamos, servimos y consideramos por encima de todo.
Dejo de lado las excusas y me dispongo a agradar a Dios y a servirLo con mi mejor.
Ahora, evaluá cómo está tu fe, ¿estás dispuesto a sacrificar tu vida para cumplir la Voluntad de Dios?
Observá que Dios Guarda a los sencillos y humildes, aunque estén postrados, sin fuerzas, desanimados; lo hace para hacer Justicia, que es la Salvación.