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Todos pueden vencer

22 de octubre 2025

Todos pueden vencer

Buscaré hacer un enfoque claro y profundo para ayudar a los Obreros, Seminaristas, Misioneros y Auxiliares de Pastor a que se defiendan de las tentaciones que comúnmente derrumban a los despistados.

Todos supuestamente ya lo saben, pero no todos le prestan atención a la necesidad de fortalecer la vida espiritual por medio de:

1.º La oración y la meditación diaria

– No es algo negociable, es el alimento para el espíritu y el alma. Postergar este momento debilita la conexión con Dios.

– Abstenerse de las redes sociales y leer los libros del Obispo Macedo, los cuales ayudan a discernir, resistir y vencer tanto las tentaciones internas como externas.

2.º El cuidado del cuerpo como templo del Espíritu

– Alimentación saludable: Evitar los excesos, las comidas rápidas e industrializadas; también los hábitos nocivos. Comer bien, tener una dieta saludable y estar en el peso ideal forman parte de nuestro testimonio delante del Pueblo en general.

– Ejercicio físico regular (de 2 a 5 veces por semana): Mejora la salud, la movilidad, el ánimo y la disciplina personal.

3.º La Responsabilidad Ministerial

– Evitar excusas: La sinceridad y la humildad ante los superiores reflejan, ante todo, temor a Dios, madurez espiritual y autodisciplina.

– Cumplir las tareas. Que sea diligente, que honre a Dios y que les dé un buen ejemplo a los demás es lo que se espera de un siervo de Dios.

4.º La pureza visual y emocional

– Evitar contenido inmoral: Las películas, las series, los videojuegos y los videos promiscuos llenan la mente y contaminan el corazón. 

“Todo me es lícito, pero no todo conviene…”. 1 Corintios 10:23 (RVR1960)

– Cuidar las amistades: Relacionarse con personas del mismo círculo de la fe fortalece la comunión y evita influencias negativas, sean por parte de familiares, amigos de Obra o incluso de Miembros de la Iglesia.

5.º La actitud hacia la autoridad

– Mirar con buenos ojos a los responsables: Ellos no están para reprobar, sino para orientar y formar. La corrección es la prueba del verdadero amor.

– Aceptar la disciplina: No como un castigo, sino como una oportunidad de crecimiento y restauración.

6.º La emocionalidad equilibrada

– No dar lástima: El ministerio no es para recibir consuelo, sino para brindarlo. Dios es el Verdadero Sustento, el Consolador.

– Evitar victimizarse: Las luchas ministeriales forman parte del Llamado. No se trata de ser comprendido o irreprensible, sino de ser fiel.

7.º El compromiso con el lugar asignado

– No desear salir antes de tiempo del barrio, de la Iglesia o del Núcleo en el que se está trabajando. En cada Casa de Oración y en cada Evangelización hay almas que esperan ser alcanzadas. El cambio viene por dirección, no por incomodidad.

– Ver el propósito donde se está: El lugar en el que Dios coloca a un siervo es su campo de batalla y la tierra que debe conquistar para Su Gloria.

8.º El manejo sabio de los recursos

– No gastar en cosas innecesarias: La ayuda es para sustentarse, no para darse gustos. Los relojes, los celulares y la ropa deben ser funcionales, no vanidosos.

– Practicar la hospitalidad: Ser fiel en lo poco prepara para administrar lo mucho de la Obra de Dios.

Claves para mantenerse firme:

– Rendirle cuentas regularmente a un líder espiritual.

– Participar de las oraciones y Búsquedas de la Reunión de Domingo y Miércoles en la Sede Nacional para mantener el enfoque.

– Hacer autoevaluaciones semanales sobre hábitos, emociones y metas Ministeriales.
– Buscar mentoría en los libros: ¡Heme Aquí!, El oro y el Altar, El discípulo del Espíritu Santo, entre otros, para crecer en sabiduría y carácter.

Espero que estas alertas los hayan ayudado de tal manera que otros sean ayudados a través de ustedes.

📯Nos vemos en breve, en la IURD o en las Nubes.
Obispo Julio Freitas