9 de agosto
El que recibe al Espíritu Santo comienza a ser testimonio de Dios en todo lo que hace.
El que vive en la Verdad no tiene nada de qué avergonzarse…
Cuando estás a solas, revelás tu verdadero nivel espiritual según lo que alimentás en tu interior.
El que recibe al Espíritu Santo pasa por un proceso de transformación. Después de todo, nadie cambia de un día para el otro.