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La responsabilidad que transforma

4 de octubre 2025

La responsabilidad que transforma

Abrí tu corazón para recibir una palabra que confronta, pero también libera.

  • Es más fácil culpar a los demás, pero en realidad somos nosotros quienes decidimos cómo actuar: de una manera u otra.
  • Nuestro objetivo es ayudarte a reflexionar sobre cómo asumir la responsabilidad de nuestras decisiones nos lleva a una vida más plena, madura y alineada con la Voluntad de Dios.
  • El hábito de culpar a otros ha reprobado a muchos.

Desde el principio, la humanidad ha evadido la responsabilidad

En Génesis 3:12-13, vemos cómo Adán culpa a Eva, y Eva culpa a la serpiente. Este patrón de evasión ha estado presente desde el comienzo.

Reflexionemos juntos:

  • ¿Por qué nos resulta más fácil culpar que asumir?
  • ¿Qué consecuencias trae vivir desde la evasión?

Ejemplos cotidianos:

  • “No tengo tiempo para orar, meditar, ir a la Iglesia, evangelizar, estudiar, hacer ejercicio…”. → ¿Realmente es falta de tiempo o de prioridad?

Si no usamos el poder de decidir correctamente, no saldremos de este círculo vicioso.

Dios nos deja claro en Deuteronomio 30:19: 

“… he puesto ante ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Escoge, pues, la vida…”. Deuteronomio 30:19

Todas las decisiones que tomamos, sean conscientes, automáticas o impulsivas, generan un impacto.

Preguntas clave:

  • ¿Qué decisiones estás tomando hoy que te acercan o alejan de tus metas espirituales, matrimoniales, familiares o laborales?
  • ¿Qué excusas estás usando para justificar la falta de acción?

Desafío práctico:

Hacé una lista de 3 decisiones que tomaste esta semana.
¿Fueron guiadas por fe o por reacción?

La transformación que todos desean tiene el mismo precio: la responsabilidad.

Corroborá conmigo en Gálatas 6:5: 

“… cada uno llevará su propia carga”. Gálatas 6:5

Cuando entendemos, aceptamos y practicamos la responsabilidad, los beneficios son:

– Mayor libertad interior.
Crecimiento espiritual.
Relaciones más sanas.
Claridad en el propósito.

Recordá:

El marinero no culpa al viento ni a los tripulantes, sino que ajusta sus velas y llega al puerto deseado.

Desafío personal: 

Esta semana, cada vez que sientas la tentación de culpar a alguien o algo, detenete un instante y preguntate: “¿Qué puedo hacer yo para cambiar esta situación?”.

Pedile a Dios sabiduría para tomar decisiones con responsabilidad y valentía para asumir las consecuencias.

La madurez espiritual empieza cuando dejamos de culpar y empezamos a actuar: de acuerdo con lo está Escrito en Mateo 13:54:

«Y llegando a Su pueblo, les Enseñaba en su sinagoga, de tal manera que se maravillaban y decían: ¿Dónde obtuvo este esta sabiduría y estos Poderes Milagrosos?». Mateo 13:54

¡Nos vemos en la IURD o en las Nubes❗️
Obispo Julio Freitas