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Dios no hace acepción de personas

26 de junio 2023

Dios no hace acepción de personas

Dios no hace acepción de personas, pero exige la entrega incondicional de cada uno.

«Había en Cesarea un hombre llamado Cornelio, centurión de la compañía llamada la Italiana, piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, y que hacía muchas limosnas al pueblo, y oraba a Dios siempre. Este vio claramente en una visión, como a la hora novena del día, que un ángel de Dios entraba donde él estaba, y le decía: Cornelio. Él, mirándole fijamente, y atemorizado, dijo: ¿Qué es, Señor? Y le dijo: Tus oraciones y tus limosnas han subido para memoria delante de Dios.» Hechos 10:1-4

El espíritu de Cornelio estaba listo:

Era piadoso.
Era temeroso de Dios.
Ayudaba a los pobres.
Oraba constantemente.

Pedro fue enviado por el propio Dios a la casa de Cornelio, para que él recibiera el sello, el bautismo con el Espíritu Santo.

«Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas, sino que en toda nación se agrada del que Le teme y hace justicia.» Hechos 10:34-35

«Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso.» Hechos 10:44

Cuando el espíritu del que escucha la Palabra de Dios es nuevo, recibe el sello, el bautismo con el Espíritu Santo aun mientras hablamos. Pedro todavía estaba hablando cuando el Espíritu de Dios descendió y llenó a todos.

Cuando haya un cambio de espíritu, el Espíritu Santo también descenderá sobre usted, porque está escrito en la Biblia: «… Dios no hace acepción de personas…».

Deje de pensar que su origen, su pasado, sus limitaciones o sus errores le impiden ser sellado con el Espíritu Santo.

¡¿Entendió?!

Ahora, vaya al Altar del Dios vivo, el único lugar en la Universal donde sucede el cambio de espíritu personal, donde se recibe un nuevo corazón y el sello con el Espíritu Santo.

Haga lo que nadie en el mundo puede hacer por usted, indígnese contra ese corazón de piedra, ese espíritu viejo, y entréguese sinceramente a Dios, para ser sellado con Su Espíritu.

Usted que ya fue sellado, sacrifique, dependa del poder de Dios y ejercite la autoridad, para vencer a sus enemigos, realizar sus sueños y glorificar a Dios.

El domingo, 16 de julio, a las 7 o 9:30 h, prepárese para subir al Altar del Dios vivo.

Espíritu nuevo, ¡vida nueva!

¡Nos vemos en la IURD o en las nubes!
Obispo Júlio Freitas