¿Quién puso estos deseos y placeres en vos?
Meditemos juntos.
¿Cuántas personas pasaron meses, años o hasta décadas en la cárcel por un crimen que NO cometieron?
Reflejamos la imagen de Aquel a quien adoramos, amamos, servimos y consideramos por encima de todo.
Dejo de lado las excusas y me dispongo a agradar a Dios y a servirLo con mi mejor.
Ahora, evaluá cómo está tu fe, ¿estás dispuesto a sacrificar tu vida para cumplir la Voluntad de Dios?