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Visitar vs. Habitar en el Abrigo del Altísimo

8 de mayo 2025

Visitar vs. Habitar en el Abrigo del Altísimo

En los últimos días, el Espíritu Santo nos ha usado para explicar la diferencia entre alguien que visita, pasa y los que habitan, que viven en el Refugio del Altísimo.

Hice una lista básica con 10 síntomas de quienes solo visitan o pasan por el Refugio del Altísimo; generalmente son personas:

  • Indefinidas,
  • Hipersensibles,
  • Resentidas,
  • Negativas,
  • Tristes,
  • Desleales,
  • Maliciosas,
  • Deprimidas,
  • Agresivas,
  • Adictas.

Aquí está la raíz de todos los problemas entre parejas, padres e hijos y demás relaciones.
Y todas las víctimas de estas actitudes son personas que, aunque dicen creer en Dios y conocen el Salmo 91, no Habitan en Su Presencia, sino que solo La visitan, pasan por el Refugio del Altísimo por temporadas, cuando las cosas van mal o, al contrario, cuando todo va bien.

En cambio, los que Habitan y Viven en el Refugio del Altísimo son:

  • Definidos,
  • Racionales,
  • Perdonadores,
  • Positivos,
  • Alegres,
  • Leales,
  • Puros,
  • Equilibrados,
  • Pacíficos,
  • Libres.

Entonces surge la pregunta: ¿Quién habitará en el Refugio del Altísimo?

Todos los que reconocen a Dios como el Omnipotente, el Único, Aquel que tiene la última Palabra, porque Él es el único que tiene todo el Poder, Aquel que todo lo puede en el mundo espiritual y físico.

Siendo Dios Omnipotente, Él tiene la Palabra de Vida para traer a la existencia lo que no existe de bueno, incluso lo muy bueno.

Quien no elige habitar en el Refugio del Altísimo tampoco tendrá condiciones para habitar en familia, y mucho menos como pareja. Imaginate en una Iglesia Unida como la Universal.

Así que les advierto que tomen la decisión de dejar de visitar o pasar por el Refugio del Altísimo, y empiecen a Habitar en Él; hagan una oración sincera y busquen intensamente al Espíritu Santo — quien desea hacer de cada uno de nosotros un Refugio del Altísimo.

¿Le ha ayudado este blog? Cuénteme su experiencia en los comentarios.

Obispo Júlio Freitas
¡Nos vemos en la IURD o en las Nubes!