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¿Qué es más importante para usted?

1 de junio 2023

¿Qué es más importante para usted?

Cuando leemos sobre la iglesia primitiva, debemos aprender de sus enseñanzas, porque lo que sucedió en el pasado también debe suceder en el presente. Meditemos en este pasaje:

«… confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y diciéndoles: Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el Reino de Dios.» Hechos 14:22

Observe que, a diferencia de lo que estamos acostumbrados, el apóstol Pablo dijo en plural «confirmando los ánimos». ¿Por qué?

Cuando el Espíritu Santo afirma en Su Palabra: «… confirmando los ánimos de los discípulos…», estaba diciendo: «El que es discípulo practica las enseñanzas de su Maestro, independientemente de las circunstancias, del sentimiento, del lugar y de las personas a su alrededor». Porque el discípulo es el que se preocupa por hacer la voluntad de su Señor y por poner en práctica lo que Él le orientó.

De esta manera:
– No basta decirle «te amo», debemos honrarlo por encima de todo.
– No basta orar, debemos obedecer Su Palabra.
– No basta desear ser usado por Dios, debemos aceptar ser contrariados.
– No basta enseñar, hablar, predicar o evangelizar, debemos sacrificar.

Muchas personas no confirman sus ánimos. Conocen la Palabra, pero no la obedecen. Oran, pero después no toman ninguna actitud sobre lo que oraron. Enseñan, pero no sacrifican.

Note que los ánimos deben ser confirmados: orar, meditar, evangelizar, atender a las personas que llegan a la iglesia, buscar, perdonar, ir a la iglesia, dar ofrendas, ayunar, sacrificar, ser un testimonio, confiar, resistir las tentaciones, esperar, amar, participar de las vigilias, orar por los siervos de Dios y por los que aún están perdidos, entre otras cosas. ¡Por eso está en plural!

Él siguió diciendo: «… exhortándoles a que permaneciesen en la fe…», es decir, debemos exhortar, fortalecer, motivar y animar a las personas a que se mantengan en la fe inteligente.

Porque, generalmente, tendemos a salir de la fe y a entrar a la emoción. O estamos en la fe (certeza) o en la duda (emoción).

O la persona se deja influenciar por el corazón o por la razón, por la inteligencia.

De esta manera, ¿quién permanece? ¡El que está en la fe sacrificial!

El que está en la emoción, en el sentimiento, en el conocimiento, llegará al punto en el que se confundirá, desistirá, se desanimará y se cansará.

El Espíritu Santo usaba a los primeros cristianos, como Pablo y Bernabé, exactamente para animar a las personas y mostrarles la importancia de permanecer en la fe.

Luego, dijo: «… Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el Reino de Dios», es decir, nadie entrará al Reino de Dios con facilidades, sino «a través de muchas tribulaciones».

Esas «tribulaciones» son la consecuencia de nuestra vida con Dios, porque representan todo lo que intenta separarnos de la obra, del Altar y de la voluntad de Dios. Las tribulaciones surgen cuando elegimos hacer la voluntad de Dios en lugar de la nuestra. Y, cuando hacemos la voluntad de Dios, ¿a quién desagradamos? A nosotros mismos, a nuestras inclinaciones, a nuestras voluntades y a los demás.

Entonces, nosotros somos atribulados por nuestras propias concupiscencias (deseos), así como somos atribulados por las personas que no concuerdan, no aceptan y no quieren la fe.

Él concluyó: «… Es necesario que […] entremos en el Reino de Dios».
La pregunta que Dios me dice que le haga es: ¿qué es más importante y necesario para usted?
– ¿La opinión ajena o la Palabra de Dios?
– ¿La moda o la voluntad de Dios?
– ¿El estatus social o el servicio a Dios?
– ¿Lo que su familia y las demás personas piensan o lo que está en las Escrituras?
– ¿Lo que siente o lo que Dios está pidiendo que sacrifique o que haga?
-¿Su opinión en la obra (como evangelista, obrero, auxiliar, pastor o esposa) o ser un hijo de Dios?

Porque, para entrar al Reino de Dios, ninguno de estos títulos eclesiásticos contará. Lo que cuenta es si ha tenido ánimo, si ha sido un discípulo, permaneciendo en la fe, superando las tribulaciones, por considerar más importante la Vida Eterna que la vida terrena.

Por lo tanto, reflexione: ¿qué es importante y necesario para usted?

¡Nos vemos en la IURD o en las nubes!
Obispo Júlio Freitas