No le eches la culpa a nadie: Caminar en el error o no, es una decisión
“No os dejéis engañar, de Dios nadie se burla; pues todo lo que el hombre siembre, eso también segará. Porque el que siembra para su propia carne, de la carne segará corrupción, pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará Vida Eterna”. Gálatas 6:7-8
El Espíritu Santo nos Enseña que sí es posible decidir:
– Caminar en el error o no.
– Dejarse engañar o no.
Si Dios nos ordena a no caminar en el error es porque nos ha dado la capacidad de elegir lo correcto. Él no creó robots, sino seres humanos con conciencia, fe, inteligencia, libre albedrío y poder de decisión.
Por eso, Dios no acepta una religiosidad vacía, el fanatismo, la incredulidad ni la obediencia forzada. Lo que Él espera es una decisión consciente, inteligente, voluntaria y reverente.
Pensar antes de actuar: algo que muchos no hacen
Dios no nos diseñó con garantía de fidelidad automática.
Él quiere que:
- Pensemos, reconozcamos y elijamos el bien.
- Hagamos Su Voluntad —no la nuestra— para nuestro bienestar espiritual, matrimonial, físico, familiar y social.
- Lo elijamos a Él, no al diablo.
- Y si tenemos Su Palabra, Su Espíritu, Su Dirección, y los buenos ejemplos de hijos fervorosos, entonces sí podemos evitar errores… muchos errores.
La Ley de la Siembra y la Cosecha
Dios no Se deja burlar.
– No permitir que cosechemos las consecuencias de nuestras propias decisiones sería burlarse de Sí Mismo.
– Muchos creen, equivocadamente, que pueden jugar con Dios: hacen lo malo sabiendo que es malo…
– Se convencen de que Dios no ve, o que no le da importancia, y que sus actitudes no traerán consecuencias.
Pero la Ley de Dios es clara:
- Todo lo que se siembra, se cosecha.
– Sea bueno o malo.
– Nadie puede decir “no lo sabía”, porque la conciencia nos acusa.
– Si hacemos las cosas mal, lo hacemos conscientemente.
Personas sin temor, irreverentes a la propia alma y a lo Sagrado
Entre nosotros hay personas así, lamentablemente:
– Sin temor.
– Sin obediencia.
– Sin reverencia.
– Sin responsabilidad.
– Sin carácter.
– Sin respeto propio.
– Sin gratitud.
– Sin respeto a Dios, a Su Obra y a Su Pueblo.
Juegan con lo Sagrado
Y cuando cosechan los frutos amargos —vergüenza familiar, pública o espiritual— ignoran lo que sembraron y buscan culpables: a la Obra de Dios, a los siervos, a la disciplina…
Pero nadie puede detener la Ley de la Siembra y la Cosecha.
Está Escrito, ni siquiera Dios la contradice, porque Su Propria Palabra es Inmutable.
Que haya temor en nuestros corazones
- No importa cuánto tiempo tengas fe.
- Si decidís caminar en el error, cosecharás las consecuencias.
– Por eso, guardá tu obediencia.
– Protegé tu Salvación.
Nos guste o no, cosecharemos lo que sembramos.
¿Querés dejar de cosechar lo malo?
Entonces, empezá a sembrar obediencia a la Palabra de Dios desde ahora.
Dejá de caminar en el error.
Y tan seguro como que Dios Existe, pronto empezarás a cosechar los buenos frutos de tu obediencia al Eterno.
“¿O no sabéis que los injustos no Heredarán el Reino de Dios? No os dejéis engañar…”. 1 Corintios 6:9-10
Lo he determinado, y creo que esta primavera puede ser decisiva
Dios quiere Usarnos como nunca antes en esta primavera.
¿Quién sabe si nuestro Señor Regresará en esta estación para llevarnos al Jardín Eterno?
¡Fuerza! Dios está con vos… y yo también.
¡Nos vemos en la IURD o en las Nubes❗️
Obispo Julio Freitas



