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¿A quién ven las personas cuando lo miran?

11 de noviembre 2022

¿A quién ven las personas cuando lo miran?

¿Cuándo una persona deja de ser hija del mundo y pasa a ser hija de Dios? Cuando deja de tener la naturaleza de este mundo y pasa a tener la naturaleza de Dios. Esto porque las divisiones que existen aquí no existen espiritualmente.

En el mundo espiritual, para quien es nacido de Dios, no hay patrón, no hay empleado, no hay blanco, no hay negro, no hay mujer, no hay hombre, todos somos uno, todos representamos al Señor Jesús.

Tanto la mujer como el hombre tienen la misma identidad y estructura espiritual delante de Dios, la de hijo, sin distinción de género.

Al volverse un hijo de Dios, usted se vuelve la imagen de Jesús y pasa a tener Su buen perfume dondequiera que esté.

Jesús nunca fue negativo, maldecidor, rencoroso, mentiroso, murmurador; Él nunca Se desanimó ante las injusticias, las traiciones y el abandono que sufrió.

Jesús nunca fue religioso ni hipócrita.

Jesús nunca juzgó a los pecadores, pero no midió las palabras para desenmascarar a los hipócritas, porque es sincero y transparente; Él es lo que es, no finge ni disimula. Tampoco tuvo miedo de decir lo que debía decir.

Jesús Se dedicó a ayudar, a enseñar y a liberar a las personas de los males y de los engaños.

Jesús Se dedicó a enseñar, a hacer discípulos, por eso, enfrentó las persecuciones y perdonó a quienes Lo agredieron.

Él espera que hagamos todo esto también. Observe lo que está escrito:

«El que dice que permanece en Él, debe andar como Él anduvo.» 1 Juan 2:6

Cuando usted se vuelve hijo, empieza a exhalar el perfume de Cristo y a mostrar a Jesús en su carácter, en sus actitudes.

Suelo decirles a los pastores que somos Jesús encarnado. Usted es «un Jesús» dondequiera que esté, en su casa, en su trabajo, en cualquier lugar.

Sin embargo, esto solo es posible si en su interior está el Espíritu Santo. Solo así usted asume la identidad Divina y exhala Su perfume en cualquier lugar y bajo cualquier circunstancia.

Por este motivo, le pregunto:
– ¿Usted ha sido Jesús en su casa?
– ¿Usted ha sido Jesús en su familia?
– ¿Usted ha sido Jesús en su trabajo?

Esta es su responsabilidad hasta el último suspiro.

¡Nos vemos en la IURD o en las nubes!

Obispo Júlio Freitas