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¿Por qué no cosecho?

5 de octubre 2025

¿Por qué no cosecho?

Las 5 Etapas del Proceso para Cosechar y Disfrutar lo que Dios Prometió.

Todos desean cosechar y disfrutar el fruto de su dedicación, esfuerzo, fe y fidelidad, pero no todos conocen ni respetan el proceso que precede a la cosecha. Por eso, muchos se frustran al no ver cumplidos sus objetivos, metas y sueños.

Dios no falla. Su Palabra es Fiel, pero la cosecha no llega sin proceso, y ese proceso aplica a todos, sin excepción.

Acá lo explico de forma simple, clara y espiritual:

1.º Limpiar la tierra

Antes de sembrar, hay que preparar la tierra.

– Combatir los malos pensamientos.

– Alejarse de las malas influencias.

– Eliminar el contenido inútil.

– Superar la indolencia y la negligencia.

La tierra del corazón debe estar libre de basura espiritual. Sin limpieza, no hay espacio para lo nuevo.

“… desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la Palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas”. Santiago 1:21

Quien limpia su corazón, limpia su destino y garantiza su Salvación.

2.º Arar la tierra

Una vez limpia, hay que remover en lo profundo.

– Sacar las dudas, los miedos y los traumas.

– Orar y meditar en la Palabra.

– Cuidarse física y emocionalmente.

– Buscar seguimiento espiritual: Pastor, Esposa de Pastor, Obrera, Colaborador.

Arar es doloroso, pero necesario; es el paso que rompe la dureza y permite que la semilla penetre la tierra.

“… Arad campo para vosotros, y no sembréis entre espinos”. Jeremías 4:3

El que cava profundo encuentra agua limpia y fresca.

3.º Sembrar buenas semillas

Cuando la tierra está lista, es momento de sembrar.

– Practicar la Palabra de Dios.

– Obedecer con o sin voluntad lo que Dios ha mostrado.

– Servir con fe, gratitud y confianza.

– Ser diligente, responsable y disciplinado.

Cada acto de obediencia es una semilla. Lo que sembramos hoy, lo cosechamos mañana.

“… el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará Vida Eterna”. Gálatas 6:8

El que siembra gratitud, cosecha bondad.

4.º Esperar las lluvias (de la primera a la última)

La semilla necesita agua para crecer.

– Dominar la ansiedad y las preocupaciones.

– Hacer lo que está a nuestro alcance.

– Ocuparse de cosas productivas.

– No desesperarse, confiar.

Las lluvias llegan a su tiempo. No podemos acelerar el cielo o la lluvia, pero sí podemos prepararnos para recibirla.

Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca”. Santiago 5:7-8

La paciencia es la llave del alivio.

5.º Cosechar el fruto

Después de todo el proceso, llega la recompensa.

– Disfrutar las bendiciones en el matrimonio, la familia, el trabajo y la iglesia.

– Testificar con gratitud en las reuniones, en el diario El Universal, en la radio Red Aleluya y en UNIFE.

– Honrar al Señor con lo recibido.

– Servir a Dios, a Su Obra y a Su pueblo más y mejor.

La cosecha es dulce para quien sembró con fe y esperó con perseverancia.

Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán”. Salmos 126:5

Quien planta dátiles no lo hace para sí, sino para sus hijos.

Mientras tanto, perseverá. Aun cuando no veas resultados inmediatos, cuidá lo más importante:

– Tu alma.

– A tu cónyuge.

– A tus hijos y a tus padres.

La perseverancia es el puente entre la siembra y la cosecha. No abandones el proceso; Dios no Se olvida de lo que sembraste.

«Con vuestra perseverancia ganaréis vuestras almas”. Lucas 21:19

La constancia vence lo que la fuerza no puede.

La cosecha en el mundo sobrenatural no es magia, sino algo espiritual; y el proceso no es un castigo, sino una preparación.

– Quien respeta el proceso, disfruta el fruto.

– Quien persevera, testifica.

– Quien obedece, cosecha.

Hacelo durante esta primavera para cosechar cosas buenas como nunca lo hiciste en toda tu vida.

¡Nos vemos en la IURD o en las Nubes❗️
Obispo Julio Freitas