Lo que no se debe hacer para prosperar – Parte 1

“No te irrites a causa de los malhechores; no tengas envidia de los que practican la iniquidad. Porque como la hierba pronto se secarán, y se marchitarán como la hierba verde. Confía en el Señor, y haz el bien; habita en la tierra, y cultiva la fidelidad.  Pon tu delicia en el Señor, y Él te dará las peticiones de tu corazón.  Encomienda al Señor tu camino, confía en Él, que Él actuará; hará resplandecertu justicia como la luz, y tu derecho como el mediodía”. Salmos 37:1-6

“No te irrites a causa de los malhechores…”: La raíz de que muchos no prosperen es que no siguen el ejemplo de los bienhechores, es decir, de los fieles que honran a Dios en primer lugar, que son responsables con sus talentos y atribuciones, y que ejecutan con precisión su trabajo y sus emprendimientos. Los justos no se dejan dominar por los sentimientos de irritación, pereza, envidia, desconfianza, infidelidad e injusticia.

En cambio, los que practican la iniquidad pueden tener trabajo, negocios o posesiones; sin embargo, no honran a Dios en primer lugar. Ellos eligieron la iniquidad. No valoran ni lo poco ni lo mucho que tienen. No cuidan a su familia ni a la Obra de Dios. Por eso, no debemos envidiar a los malhechores, aunque aparentemente tengan éxito.

“… como la hierba pronto se secarán…”: Así es la vida de quienes no honran a Dios: pueden incluso ganar dinero, pero son personas secas, vacías, tristes y preocupadas por perder lo que conquistaron.
Le temen a la envidia y recurren a amuletos, por ejemplo, cintas rojas para “traer protección o suerte”. Son personas inseguras respecto a lo que pueda pasar; temen perder o que les roben.

¿Cómo debemos actuar? “Confía en el Señor, y haz el bien…”. En otras palabras:

1. Obedecé.
2. Honrá a Dios en 1.º Lugar.
3. Sabé esperar y tené paciencia.

Hacer el bien no es desearlo ni solo saberlo, sino hacerlo.

El primer bien que uno se hace a sí mismo —y que demuestra confianza— es devolver las Primicias.

• Hacer el Bien es -> Trabajar, ser honesto, ser diligente y tener iniciativa.

“… cultiva la fidelidad”: Aunque haya infidelidad a tu alrededor, aunque haya incertidumbre sobre el futuro en tu nación, provincia, partido, ciudad o barrio, es necesario que creas y cultives. No basta con:

• Diezmar.
• Trabajar.
• Ofrendar.

Es fundamental que te mantengas empeñado, honesto, orando, buscando, negociando y cultivando la Fidelidad.

Cultivar la Fidelidad es cuidar los Valores Espirituales, morales e internos.

De esta manera, cosecharás la Prosperidad que viene de Dios.

“Pon tu delicia en el Señor…”: Honrá a Dios con placer.

El placer de reconocer que Él te da:

• Sabiduría.
• Salud.
• Fuerza.
• Talentos.
• Oportunidades.
• Creatividad.

Placer de devolver las Primicias y de cumplir tus Votos.

“… Él te dará las peticiones de tu corazón”: Él dará no lo que la boca pide ni lo que los demás piensan… Dios sabe lo que el alma necesita:

• Seguridad,
• Bienestar Espiritual y emocional.

“Encomienda al Señor tu camino”: Entregale sus caminos, en lugar de pedirle a uno a otro que te dé una mano, que te ayude.

“… confía en Él, que Él actuará…”: Confiar es entregarle a Dios y hablar con Él. Confiar es esperar.

• Dios no Se manifiesta mientras no terminás de hacer tu parte, mientras no termines de actuar. Cuando terminamos de hacer nuestra parte, Él Actúa.
• Ahora Dios ya no promete, sino que Actúa.

“… tu justicia como la luz”: Como hay justicia (Fidelidad), será reprendido; las Ventanas de los Cielos serán Abiertas; las Bendiciones vendrán hasta que Sobreabunden; y serás Feliz…

• La Luz, significa que nadie puede impedirla.
• No hay nadie en este mundo que pueda impedir que la luz de la mañana resplandezca.
• Ni siquiera los lugares que viven los peores momentos pueden impedir que el sol brille.
• Lo que hacés en secreto, como cuidar a tus clientes, tratar bien a tus empleados, dar lo mejor en tu trabajo, separar las primicias, ser agradecido.

La Luz de la Justicia resplandecerá “… y tu derecho como el mediodía”:

• La luz del mediodía es el momento en el que no hay sombra; serás alumbrado por todos los lados.
• El derecho del diezmista es ser feliz.
• Esto pasará en este mes de Diciembre…

Durante todo este mes de diciembre desarrollaremos este Salmo 37.

Los 11 meses anteriores consagramos el alto de la cabeza; en este último mes lavaremos tus manos con el Elemento Sorpresa.

¡Nos vemos en breve, en la IURD o en las Nubes!
Obispo Julio Freitas

– LEÉ TAMBIÉN:

– Lo que no se debe hacer para prosperar – Parte 1
– Lo que no se debe hacer para prosperar – Parte 2
– Lo que no se debe hacer para prosperar – Parte 3