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El egoísmo: la raíz de todo tu sufrimiento

15 de octubre 2025

El egoísmo: la raíz de todo tu sufrimiento

Uno de los pecados más frecuentes y a la vez más ignorados por miles de personas es el egoísmo, entendido como el hábito de imponer nuestra voluntad por encima de la Voluntad de Dios.

En el egoísmo se originan casi todos los males: dolores del alma, crisis matrimoniales, conflictos familiares, rebelión espiritual, frustraciones profesionales y rupturas sociales.

¿Por qué el egoísmo es tan dañino?

– Al anteponer nuestros deseos a Dios, rompemos la armonía, el equilibrio interior y damos lugar a la ansiedad, al orgullo y a la insatisfacción permanente.
– Cuando el “yo quiero” se convierte en el lema, la fe se debilita porque queda en segundo plano y la paz se desvanece.
– El Propio Señor Jesús nos advirtió en el huerto cuando Oraba al Padre por Sí Mismo y por nosotros:

“… Padre, si es Tu Voluntad, aparta de Mí esta copa; pero no se haga Mi Voluntad, sino la Tuya”. Lucas 22:42

El que sigue su propia voluntad camina por un sendero torcido, y cuando se detiene, es solo para cavar su propia tumba.

– Vi a muchos estar sobre la Roca y aun así resbalar cuando vino la lluvia; por eso es necesario permanecer firmes, integrados y sometidos a la Voluntad de Dios.

Por los muchos casos que acompañamos, Viviane y yo notamos cómo el egoísmo golpea cada área de la vida de las personas.

Espiritual: la oración se convierte en un monólogo; la Palabra de Dios, en lecturas vacías; y la comunión, en una rutina monótona.
– Matrimonial y familiar: las relaciones se reducen a “lo que yo necesito”, en lugar de entrega y servicio; la exigencia es “que cambien los demás, yo no lo necesito”.
Profesional: la ética se sustituye por la ambición; la cooperación, por una competitividad malsana; y la responsabilidad, por la falta de compromiso.
Social: la compasión muere y nace la indiferencia; el “yo primero” destruye la comunidad; la justicia es ignorada y la injusticia es abrazada.

– Obra de Dios: la Santidad ya no es prioridad y se vuelve pesado servir a Dios.

A aquel, pues, que sabe hacer lo bueno y no lo hace, le es pecado”. Santiago 4:17

Todos podemos salir del egoísmo a través de una entrega plena. Pero esto es necesario:

1. Reconocer tu propia voluntad:
Sé honesto: identificá deseos, miedos y ambiciones que te alejan de Dios, de Su Obra, de las personas que necesitan Liberación y Salvación.

2.  Arrepentirte y renunciar a tu voluntad:
– ConfesaLe a Dios tu egoísmo; luego, pediLe perdón manifestándoLe tu indignación de querer abandonar esa práctica para poder recibir Su Perdón.

3. Renovar tu mente en la Palabra:

“Y no os adaptéis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente…”. Romanos 12:2

4. Obedecer por la fe:
– Da el siguiente paso aun cuando no comprendas todo; tu obediencia es lo que más agrada a Dios y te hace cruzar el puente hacia la superación y lo sobrenatural.

5. Permanecer en el Señor Jesús Cristo:

“… cualquiera que hace la voluntad de Mi Padre que está en los Cielos, ese es Mi hermano y Mi hermana y Mi madre”. Mateo 12:50

Todos lo van a ver y vos vas a disfrutar de los Frutos de vivir en la Voluntad de Dios, que son:

Paz interior, que controla la ansiedad.
Amor desinteresado, que fortalece matrimonios y familias.
Integridad profesional, que honra a Dios y al prójimo.
Servicio gozoso, que edifica los grupos de la Universal y la asistencia social en tu barrio.
Testimonios poderosos, que transforman crisis y vergüenzas en superaciones y realizaciones.

“Si alguien quiere hacer Su Voluntad, sabrá si Mi Enseñanza es de Dios…”. Juan 7:17

De esta manera, llego a la conclusión de que:

  • El egoísmo es la semilla del sufrimiento.
  • Al morir para nuestra propia voluntad y someternos a la Voluntad Divina, experimentamos la verdadera libertad y florecemos en todas las áreas.

Esta entrega no solo nos sana el espíritu, el alma y el cuerpo, sino que se convierte en testimonio vivo de la gracia de Dios.

“Y que el mismo Dios de paz os santifique por completo; y que todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea preservado irreprensible parala Venida de nuestro Señor Jesucristo«. 1 Tesalonicenses 5:23

Caminá hoy en humildad y fe: dejá que Él gobierne tu voluntad, no el egoísmo, y verás cómo tu vida se Transforma para Su Gloria en un lindo jardín de primavera.

📯¡Nos vemos en la IURD o en las Nubes❗️
Obispo Julio Freitas