25 Junio
Ayudar al prójimo es dar de gracia lo que de gracia recibimos.
Quien determina quiénes seremos no son sus padres, profesores, religión, traumas del pasado o circunstancias, sino sus objetivos alcanzados.
No sea sólo bueno en algo, dé lo mejor de sí en todo y será un ejemplo a seguir porque será realizado.
Mientras no sacrifiques por la realización de algo, además de lo que ya tienes, nunca descubrirás quién tú podrías ser y cuánto podrías tener.
No cometa el error de concentrar sus energías en lo que debería haber ocurrido, sino en lo que todavía puede suceder y sus objetivos serán alcanzados.
Quien objetiva las cosas espirituales, alcanza las terrenales y aún disfruta de las celestiales.