Detenete por un momento
Antes de terminar el año 2025, antes de apagar la luz de tu habitación, antes de recostarte sobre tu almohada, respirá hondo y leé esto.
Las tres declaraciones más poderosas que podés hacer para llamar la atención de Dios y Sus Ángeles, que pueden transformar completamente las últimas noches del año 2025 en las mejores de todo el año… y tal vez el destino de tu vida.
¿Sabías que los últimos minutos y segundos antes de dormir definen toda nuestra noche y cómo vamos a despertarnos al día siguiente?
Pues bien, la mayoría de las personas se fueron y van a dormir principalmente en estas fechas festivas pensando en los problemas, en quienes van a visitar, en las responsabilidades, en las frustraciones, en las noticias, en los planes, en las decepciones, en las obligaciones, en las humillaciones sufridas, en sus heridas.
Pero quien habla con Dios antes de dormir se acuesta de manera diferente.
Eso no es superstición, no es un ritual. Es una conexión espiritual real, un encuentro silencioso entre vos y el Creador, una charla entre el hijo y el Padre Celestial.
La verdadera fe se prueba, se usa y se asume en las pequeñas cosas y principalmente cuando nadie está mirando; cuando la mente, aunque esté cargada de informaciones, decide dominar el corazón y hablar en silencio consigo misma. Y es en ese silencio de tu cama, con tu almohada, con la Sagrada Biblia, antes del sueño, cuando Dios más desea escuchar tu voz.
La primera declaración es simple, pero tiene el poder de despejar tu mente, aliviar tu corazón, relajar tus músculos y abrir el Cielo sobre tu vida, matrimonio y Familia:
Son 3 palabras, ¿preparados? Ahí van: MUCHAS GRACIAS, JESÚS.
¡Pueden parecer sencillas, pero la gratitud lo cambia todo! Cuando decís “muchas gracias, Jesús”, incluso cansado, herido y sin entender muchas cosas que te hayan pasado en el día; incluso irritado con vos mismo, estás diciendo: “Yo confío en Ti, aun cuando no veo el camino, confío que Tus Manos me Guían”.
En el Mundo Espiritual el Cielo se mueve, se abre, es donde hay gratitud a Jesús, porque hay confianza en Su Poder.
“Por tanto, de la manera que recibisteis a Cristo Jesús el Señor, así andad en Él; firmemente arraigados y edificados en Él y confirmados en vuestra fe, tal como fuisteis instruidos, rebosando de gratitud”. Colosenses 2:6-7
Un corazón agradecido a Jesús es como una lámpara encendida en medio de la oscuridad. Ilumina el ambiente familiar, laboral, alumbra el camino, no porque todo haya sido fácil, sino porque aprendiste a ver el Cuidado, la Protección y el Amparo Divino en los detalles. La gratitud no niega el dolor, la dificultad ni los desafíos de la vida cotidiana; pero esta declaración es una manera de ser alumbrado por la fe en los desafíos del día a día.
¡Creé en esto, practicalo! ¡Yo lo he hecho y funciona!
Además, cuando Le agradecemos al Señor Jesús, alumbrarnos en medio de las tinieblas…
- El miedo pierde fuerza.
- La ansiedad disminuye.
- El alma encuentra reposo.
Agradecer es abrir la puerta para que la Presencia del Espíritu Santo entre en tu habitación, suba a tu cama y llene tu corazón.
Todas las personas que van a dormir agradecidas, despiertan fortalecidas, equilibradas, animadas, protegidas por el Espíritu Santo.
¿Cuántas noches este año te fuiste a dormir con la mente cansada, el corazón pesado, sintiendo que nadie te entendía? Pero Dios sí te entiende.
Él vio cada lágrima que intentaste esconder.
¿Y sabés qué espera escuchar de vos? No una lista de quejas, o una oración larga y religiosa, sino una palabra de gratitud.
“Gracias, Señor Jesús, por un día más. Gracias por sostenerme incluso cuando dudé. Gracias porque, aun en las pérdidas, Tú Sigues Siendo Misericordioso, Bueno, Perfecto y Amable conmigo”.
Desde que he empezado a Orar el Padre Nuestro todos los días por las mañanas y por las noches, o cuando a veces soy tentado de manera extrema, oro el Padre Nuestro. Esta práctica antes de dormir de decir: “Muchas gracias, Jesús”, posee Poderes sobrenaturales en el mundo espiritual, emocional y físico.
El sueño se vuelve ligero.
El alma descansa, no porque todo esté resuelto, sino porque entregaste todo en las Manos Correctas.
Agradecer es convertir la fe en palabras.
Te despertarás listo para superar las tentaciones, los problemas, las persecuciones y los contratiempos, porque te fuiste a acostar cubierto con el manto de la gratitud. Cuando despiertes, el Espíritu Santo ya estará de la mano con vos, te guiará a toda Verdad ese día y hará mucho más.
Y un día, cuando ya no despertemos en esta vida, Despertaremos viendo lo invisible, porque estaremos en la Vida Eterna, delante del Dios Padre, del Señor Jesús y del Espíritu Santo, por toda la Eternidad.
¡Muchas gracias, Jesús! ¡Buenas noches!
No dejes de participar de la Vigilia de Año Nuevo junto a tu Familia en la Casa de Dios. Viviane y yo estaremos en la Sede Nacional de la Universal en Buenos Aires, Argentina.
¡Fuerza!
¡Nos vemos en breve, en la IURD o en las Nubes!
Obispo Julio Freitas



