¿Cuáles son los 3 “Secretos” de la Universal?

Este 9 de julio, la Iglesia Universal del Reino de Dios cumple 48 años.

La iglesia, que comenzó con la fe y la indignación de un hombre de Dios —el Obispo Macedo— en una simple glorieta en Río de Janeiro, hoy cuenta con más de 12 mil templos distribuidos en 150 países.

Pero ¿cómo fue esto posible? Su rápido crecimiento, desde una perspectiva humana, genera muchas dudas. Al fin y al cabo, ¿cómo pudo lograrlo un hombre común? ¿Acaso engaña a las personas? ¿O les hacen un “lavado de cerebro”? Las preguntas son muchas, pero la verdad es que ninguna obra humana podría alcanzar a tantas personas ni dar lugar a millones de testimonios y vidas transformadas por el Poder de la Fe. Esto demuestra que esta Obra es totalmente Divina, aunque sea realizada por hombres sencillos y con errores.

Ante tantos desafíos superados y metas alcanzadas en casi medio siglo de existencia, el éxito de la Universal puede resumirse en 3 puntos clave:

1- Espíritu Santo: Prioridad

El Espíritu Santo siempre estuvo en Primer Lugar en todos los proyectos y decisiones de la Iglesia, y es el “Prerrequisito” indispensable para quien desea formar parte de esta Obra.

A fin de cuentas, el ejemplo nos lo dejó el Propio Señor Jesús al ser Bautizado, y también al comunicarles a los discípulos que aguardaran hasta la venida del Espíritu Santo, para que entonces comenzaran a llevar el Evangelio a otros pueblos y naciones. Con eso, dejó en claro que Él es Quien Transforma y Guía todos nuestros pasos, incluso hasta el día de hoy.

“Y reuniéndolos, les mandó que no salieran de Jerusalén, sino que esperaran la Promesa del Padre: La cual, les dijo, oísteis de Mí […] pero recibiréis Poder cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros; y Me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra”. Hechos 1:4,8

2- Unidad: Innegociable

Desde el inicio de la Universal, todos los que forman parte de la Obra deben seguir y vivir en el Mismo Espíritu, teniendo los mismos Pensamientos de Cristo y siguiendo la Misma Fe.

Incluso vos mismo podés comprobarlo: no importa adónde vayas, si entrás a una Universal, siempre es el mismo Espíritu el que Guía a los siervos, la misma Prédica, la misma Enseñanza.Al fin y al cabo, no puede haber división entre quienes profesan el Mismo Dios y tienen el mismo Objetivo: ganar almas.

“Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así como también vosotros fuisteis Llamados en una misma Esperanza de vuestra Vocación; un solo Señor, una sola Fe, un solo Bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, por todos y en todos”. Efesios 4:4-6

3- Sacrificio: Obediencia incondicional a la Palabra del Dios Vivo

Quienes ven todo el éxito no siempre perciben el gran sacrificio que se ha hecho a lo largo de los años, y que aún hoy se sigue haciendo. Obedecer la Palabra de Dios por sobre todas las cosas no es una tarea fácil. En muchos momentos, nuestra propia voluntad debe quedar a un lado para que la Obra de Dios alcance Su propósito.

Sin embargo, Dios no Se queda en deuda con nadie. Cada día, Él nos devuelve todo lo que Le entregamos, en forma de Alegría, Paz y Satisfacción por formar parte de Su Obra en este mundo. Así, cumple en todos aquellos que Lo Obedecen Su Promesa de vida con abundancia, y la seguridad de la más grande de todas en el porvenir: la Vida Eterna.

“Jesús dijo: En verdad os digo: No hay nadie que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o madre, o padre, o hijos o tierras por causa de Mí y por causa del Evangelio, que no reciba cien veces más ahora en este tiempo: casas, y hermanos, y hermanas, y madres, e hijos, y tierras junto con persecuciones; y en el siglo venidero, la Vida Eterna”. Marcos 10:29-30

Durante estos 48 años de la Iglesia Universal, particularmente, solo tengo que agradecer a Dios, en primer lugar, por haberme rescatado del infierno y haberme dado el privilegio de conocerlo y servir-Lo. Y, por supuesto, al Obispo Macedo, que tanto me enseña con su ejemplo de fe, carácter y vida, e incluso me obsequió a mi querida esposa, Viviane.

Estoy completamente seguro de que nada de lo que haga podrá recompensar o compararse con lo que el Espíritu Santo me ha concedido.

Si unís estos 3 “Secretos”, llegarás a la conclusión de que la Universal se resume en DAR. Y, por eso, Dios nos ha dado tanto.

Seguiremos de fe en fe, ¡seguros de que pronto nos veremos en la IURD o en las Nubes!

Obispo Julio Freitas