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El ladrón en la noche IV

15 de noviembre 2023

Es sabio aquel que vive cada día como si fuera su último día. Jesús habló sobre esto. Cuando nosotros creemos que estamos viviendo nuestro último día, tratamos a Dios y al prójimo como nos gustaría que nos trataran. Independientemente de si la gente cree, acepta o no, nos volvemos la persona que tenemos que ser como cristiano, como ciudadano, como profesional. Hasta nuestros enemigos son bendecidos cuando creemos que estamos viviendo nuestro último día. Usted da todo de sí, vigila sus pensamientos, sus palabras, sus acciones, reacciones.

Pero cuando la persona se relaja en la fe, se acomoda y piensa que no es su último día, que Jesús no vendrá hoy, se vuelve egoísta, materialista, maliciosa, y así pierde oportunidades y corre el riesgo de morir o de que Jesús vuelva y no sea arrebatada.

Vea las alertas desde el versículo 1 al 11 del capítulo 2 de la segunda Epístola de Pedro:

“Pero se levantaron falsos profetas entre el pueblo, así como habrá también falsos maestros entre vosotros, los cuales encubiertamente introducirán herejías destructoras…”

Las herejías son enseñanzas antibíblicas, por ejemplo personas que dicen: “yo ya Le entregué mi vida a Jesús, ya fui bautizado en las aguas, así que ahora puedo hacer lo que me venga en gana porque seré salvo”. Esto es una herejía y existe en muchas iglesias. O por ejemplo la herejía de la promiscuidad, la persona que está casada y dice que cree en Jesucristo como su Señor y Salvador, y piensa que porque aceptó a Jesús tiene el derecho de tener actos sexuales con otras mujeres, incluso en la propia iglesia, teniendo y amando a su esposa. El diablo ha difundido estas herejías en las iglesias para que las personas satisfagan sus ganas, sus voluntades, sus caprichos, sus inclinaciones. O por ejemplo: “yo acepte a Jesús, me bautice en las aguas, creo en la Biblia, así que puedo tener mi adicción, a mí me gusta la droga, me gusta el alcoholismo, me gusta la pornografía, eso no me va a condenar…”

Incluso Jesús habla sobre esto en Apocalipsis, sobre las doctrinas de Balaán, de gente de la Iglesia Primitiva que toleraba eso, otros, con los ojos abiertos para el bien, no aceptaron ser engañados, porque eso contradice a las enseñanzas de Jesús y a las de las Epístolas. Él habla de herejías destructoras”, que destruyen la fe, la moral, la integridad…

“… negando incluso al Señor que los compró, trayendo sobre sí una destrucción repentina…”

Es decir, son conocedores de la Verdad pero viven una mentira, como por ejemplo personas que ya conocí en los Estados Unidos, un país que supuestamente es el mayor país “cristiano”, de evangélicos, pentecostales, que decían: “yo odio a fulano, pero mi corazón es de Jesús, y yo no soy Dios para perdonar así que no voy a perdonarlo y voy a ser salvo igual cuando muera”. Eso sucede porque esparcieron entre muchos cristianos el derecho de guardar rencor hacia el prójimo. ¡Imagínese!, cuando Jesús habla del perdón claramente y dice que si no perdonamos no seremos perdonados.

Yo ya estuve en iglesias solo para negros, solo para blancos, solo para una clase social… y todo usando la Biblia, disfrazándola: “yo soy lesbiana”, “yo soy homosexual, yo soy de Jesús pero me gustan los hombres”, y quieren hacernos aceptar y nos condenan si les hacemos ver lo que está escrito. Satanás vestido y asumido dentro de las iglesias. Hace 2000 años ya se había hablado y nosotros lo estamos viendo en nuestros días.

No ignore las señales porque están ahí, si la Iglesia Universal predicara un evangelio social no habría espacio para tanta gente, pero como no predicamos un evangelio social de herejías, sino un evangelio sacrificial como Jesús nos enseña, no agrada a todos. Por ejemplo, como hablamos sobre la enfermedad del chisme, a mucha gente no le agrada, no lo acepta. Pero yo tengo que hablar lo que está escrito en la Biblia, usted tiene que hablar y creer lo que está escrito, guste o no, porque es para su propio bien. Debemos cerrar los ojos a lo malo y abrir los ojos a lo bueno. Él dice más:

“Muchos seguirán su sensualidad, y por causa de ellos, el camino de la verdad será blasfemado…”

Es decir, sensualidad, homosexualismo, lesbianismo, adulterio, fornicación, el acto sexual fuera del matrimonio, una vida de libertinaje…

“… y en su avaricia os explotarán con palabras falsas. El juicio de ellos, desde hace mucho tiempo no está ocioso, ni su perdición dormida…” 

Dios está viendo y cada uno va a rendir cuentas.

“Porque si Dios no perdonó a los ángeles cuando pecaron, sino que los arrojó al infierno y los entregó a fosos de tinieblas, reservados para juicio; si no perdonó al mundo antiguo, sino que guardó a Noé, un predicador de justicia, con otros siete, cuando trajo el diluvio sobre el mundo de los impíos; si condenó a la destrucción las ciudades de Sodoma y Gomorra, reduciéndolas a cenizas, poniéndolas de ejemplo para los que habrían de vivir impíamente después; si rescató al justo Lot, abrumado por la conducta sensual de hombres libertinos (porque ese justo, por lo que veía y oía mientras vivía entre ellos, diariamente sentía su alma justa atormentada por sus hechos inicuos),  el Señor, entonces, sabe rescatar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos bajo castigo para el día del juicio…”

No es que Dios elija, es cada uno quien elige ser justo o injusto.

“… especialmente a los que andan tras la carne en sus deseos corrompidos y desprecian la autoridad…”

La autoridad de la Palabra, la autoridad que Dios ha instituido para alertar, para exhortar, para disciplinar y, cuando uno la rechaza sufre las consecuencias.

“Atrevidos y obstinados, no tiemblan cuando blasfeman de las majestades angélicas, cuando los ángeles, que son mayores en fuerza y en potencia, no pronuncian juicio injurioso contra ellos delante del Señor”.

Hasta los ángeles respetan a las autoridades. Fuerte, ¿no es verdad?

De aquí en adelante, todo será diferente.

#IglesiaUniversal
#TemploDeLosMilagros
#DeAquíEnAdelanteTodoSeráDiferente

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