12 enero
No hay nada mayor que la permanente satisfacción que sentimos cuando alcanzamos nuestros objetivos.
No hay nada mayor que la permanente satisfacción que sentimos cuando alcanzamos nuestros objetivos.
El ser humano tiene la habilidad de aprender con las frustraciones del presente, para alcanzar sus objetivos en el futuro.
Es imposible perderse en medio a la oscuridad de las dificultades, cuando nuestros objetivos nos alumbran a nosotros y a los demás.